Minera de corazón Aracely Palacios lleva cada día en alto la bandera de la minería artesanal

Diez años atrás Aracely Palacios Zeledón empezaba a descubrir el mundo de la minería artesanal. Un desafiante túnel oscuro que se habría paso en la profundidad de una montaña amenazando hasta al más valiente con su sofocante aliento húmedo y caliente o en el peor de los casos con la posibilidad de quedar atrapado bajo toneladas de tierra, piedra y oro.

Para cuando Aracely entró por primera vez, ningún minero usaba lámparas. Solo un viejo foco que alumbraba cada paso al bajar las galerías. Luces tenues que descubrían las sombras de otros mineros y exponía el mineral que debían sacar.

Tenía 24 años y era la única mujer del grupo. Su tío, un viejo minero de la zona aprobó su entrada después de tantas solicitudes por parte de Aracely. “Ese día iba a dejarle comida a mi tío y le pedí que me enseñara, que quería trabajar en la mina”, recuerda Aracely. Una década después su memoria guarda varias anécdotas sobre el inicio de una minera y su amor y pasión por este trabajo.

Hija de un matrimonio de pastores evangélicos, Aracely siempre tuvo la bendición y oraciones de sus padres quienes, a pesar de la idea peligrosa que despierta la minería artesanal, nunca la detuvieron en su labor como minera.

En el grupo de siete hermanos, Aracely es la única que se dedica a la minería artesanal, de acuerdo con ella, a sus seis hermanos esta profesión les da miedo. “No es para menos. A mí todavía me sigue dando temor el bajar a las galerías, es un proceso que se debe hacer con mucho cuidado”, comenta Aracely.

La presidente

A sus 34 años, Aracely ha pasado por la experiencia de ser topera y de refinar el mineral obtenido de las minas, hasta 15 sacos al día que podría sumar poco más de una tonelada. Este trabajo lo encargaba su tío quien pagaba para que le empacaran el mineral y Aracely se ofreció para hacerlo.

En 2013 se fundó la cooperativa a la que pertenece Aracely, una agrupación de mineros artesanales quienes con apoyo de HEMCO han trabajado desde entonces para la formalización en el sector. Aquí, Aracely actuó como vocal de vigilancia para este grupo que comenzaba con 80 mineros artesanales.

“Hasta el momento ya somos 121 mineros socios de la cooperativa y nos hemos convertido en un grupo fuerte preocupados por lograr una mejora importante en nuestro trabajo y sobre todo como gremio”, comenta Aracely que ahora funge como presidente.

Una presidente que sigue trabajando como minera. En su puesto en la cooperativa es quien encabeza las visitas de comisiones a los puntos de trabajo y como la minera de siempre ahora tiene tres puntos de trabajo en los que coordina, junto con su esposo, a un grupo de 15 mineros artesanales.

“Creo que uno de los roles más importantes que desempeño como presidente de cooperativa es mantener ese enlace de comunicación abierta, activa y sobre todo dispuesta a escuchar para generar buenas relaciones con las otras cooperativas y gestionar como grupo los beneficios para todo el gremio”, destaca Aracely.

Sin embargo, uno de los mayores éxitos que empieza a tener la cooperativa es la diversificación. Pasar de ser 100% mineros a emprender en el rubro agrícola con el cacao.

Este paso lo han logrado con el apoyo del Modelo Bonanza Emprende que brinda la asesoría y acompañamiento de HEMCO a través de la gerencia de Minería Artesanal, para transitar en el proceso de diversificación.

“Con la diversificación esperamos fortalecernos en otro rubro que nos de crecimiento. La minería no es para toda la vida, un día dejará de producir y es necesario contar con otras herramientas”, valora Aracely.

Para Aracely, la experiencia de la cooperativa le ha hecho crecer como mujer minera pues ha demostrado la capacidad que tienen las mujeres en un rubro que un día se pensó solo para hombres.