Pinturas de oro Augusto Silva: el arte detrás del calendario HEMCO 2023

En medio de la espesa montaña se devela una hermosa casa de tambo y pilotes, pintada de rojo con bordes blancos. A su alrededor, chagüites, palmeras y el verdor de un pueblo del que se dice tiene calles de oro. Es Bonanza, ciudad de la Costa Caribe Norte, donde la niebla levanta el velo del día y las aves cierran las tardes.

Como en un verso de Rubén Darío, a pocas cuadras, una mujer gorda y bonita, pero que no muele maíz, golpea con fuerza una corteza de tuno sobre un tronco de madera en una faena ancestral propia de las mujeres mayangnas quienes aún se dedican a recolectar y trabajar este material.

Estas imágenes son parte de las 12 escenas ilustradas por el pintor costeño Augusto Silva y que conforman los calendarios y agenda de HEMCO 2023. Silva nació en Puerto Cabezas, pero su infancia y adolescencia transcurrieron en Rosita. Hijo de doña Elba Gómez López, maestra local y apasionada del arte; y de don Adán Silva Mercado, sociólogo, poeta y amante de la pintura.

Silva es un orgullo costeño. Su trabajo es reconocido a nivel nacional e internacional con obras de gran valor. Es licenciado en Artes Plásticas por la Escuela Nacional de Artes Plásticas Rodrigo Peñalba y su pintura destaca por su trazo colorido y geométrico con el que plasma la vida costeña, su gente y paisajes.

“Hacer el calendario de HEMCO fue reto profesional importante para mí, ya que desde hace un tiempo había querido hacer algo con el tema de la minería, me interesaba dar a conocer este motor económico, pero desde la perspectiva artística”, destaca el autor.

Cada ilustración revela la vida minera en un pueblo que se formó alrededor de una veta. Para él, el conjunto de ilustraciones muestra el aporte de la minería a la economía, la comunidad, aliados y el medio ambiente. “El calendario muestra que la mina no solo es oro, es más que eso, es el desarrollo de una sociedad y sobre todo crecimiento social y cultural de las comunidades que la rodean”, apunta.

Más sobre el artista

Silva es considerado un exponente de la cultura mayangna, ya que también ha rescatado el uso ancestral de la corteza del tuno para sus obras, legado que deja a una nueva generación de artistas. En sus obras destacan los manglares, animales marinos, aves de todo tipo y mucho verdor.

Para él cada paisaje es un retazo de su memoria y una conexión con su origen y cultura, lo cual fue promovido y estimulado por sus padres, ya que desde muy niño mostró habilidad con la pintura y el arte, razón por la que en 1985 lo enviaron a estudiarlo profesionalmente en la Escuela de Bellas Artes de Managua.

“En mi inicio, sentía el deber de dar a conocer nuestra cultura como parte integral de Nicaragua. Comencé con escenas muy tradicionales y luego, junto con una técnica más perfeccionada, fui tomando elementos más complejos e integrándolos en mis composiciones, como el tuno y el guacal”, cuenta Silva.

Es en un recorrido de 12 bellas ilustraciones que el artista pintó el año 2023, guiando con sus trazos y eternas líneas bañadas de colores cada mes, hasta cerrar con una escena de esperanza y un feliz porvenir, porque para Silva “la pintura debe mostrar, siempre, alegría”.