Rescate de animales después del paso del huracán Iota

A dos meses del paso de los huracanes Eta e Iiota sobre el Caribe de Nicaragua, aún continúan evaluándose los daños y encontrándose afectaciones al ecosistema natural del municipio. En este contexto, la naturaleza montañosa de Bonanza jugó un papel fundamental para que el huracán Iota, no fuera aún más devastador de lo que fue en esta ciudad, al funcionar como un escudo ante el fenómeno natural, sin embargo, los daños al medio ambiente son considerables.

Diana Sernaitis, Superintendente de Ambiente de HEMCO, señala que la fuerza de este fenómeno natural que afectó la zona en categoría 3 y 4 en la escala Saffir-Simpson, obligó a que los animales abandonaran la zona núcleo de la Reserva de Biósfera de Bosawas y viajaran hacia la zona de amortiguamiento o zonas aledañas a la reserva como Bonanza.

“La migración de la fauna nativa al casco urbano se debió a la afectación en la flora en los lugares de orígenes de estos animales, los que tuvieron que emigrar de su hábitat natural para subsistir ante la  falta de alimentos, razón por la que en los últimos días los pobladores reportan mucha fauna en el casco urbano”, apunta la Superintendente.

Como medida ante la situación, HEMCO, con apoyo de las autoridades del Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (MARENA), realiza visitas de campo en las zonas donde se reporta avistamiento de fauna a fin de sensibilizar a la población sobre cómo actuar ante la presencia de animales foráneos y cómo reubicar a estas especies.

“Este comportamiento forzado por esta situación natural, pone en peligro a la especie porque en algunos casos hay personas que intentan domesticar a los animales, los capturan para venta o los maltratan y eso atenta contra el equilibrio del ecosistema de la zona”, comenta Sernaitis.

Vladimir Pao, Coordinador de Desarrollo Forestal y Proyectos de HEMCO, indica que inmediatamente pos huracán reubicaron 65 especies entre aves, monos, serpientes, colonias de avispas y perezosos, sin embargo, hay especies que lo único que se puede hacer es ahuyentarlas y que regresen solas a su hábitat natural, comentó Pao.

“Recordemos que son animales salvajes, no los podemos domesticar, no los maltratemos ni capturemos para vender, debemos ser parte de la solución”, comentó

Ambos ambientalistas reconocen que el apoyo de la población ha sido muy valioso al momento de rescatar a los animales. “La comunidad está preocupada por la situación y ha dado aviso oportuno y nosotros coordinamos con MARENA para ver si los reubicamos o sólo los ahuyentamos”, agrega Sernaitis.